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miércoles, 11 de octubre de 2017

Amor, amor, amor






La ciudad del amor no era la imaginada en mis sueños de adolescente.

Ahora que recorría sus calles, me daba cuenta que para poder vivir allí, se necesitaba un corazón enorme y un espíritu de entrega más grande todavía.

Quizá por eso no viera parejas embelesadas mirándose a los ojos, ni escenas de pasión carnal.

Lo que encontraba, eran personas que protegían a los niños, cuidaban ancianos, y se sacrificaban por los más desfavorecidos sin pedir nada a cambio.


Eran seres desbordantes del auténtico amor que daba nombre a una ciudad, que para muchos es desconocida y que confunden con otra llamada Paris.


Derechos de autor: Francisco Moroz

miércoles, 4 de octubre de 2017

Noche sin luna






Una pareja camina por una plaza solitaria iluminada tan solo por unas farolas. No hay testigos.

En un momento determinado uno de ellos avanza diez pasos y se detiene, presiente algo a su espalda. 
Cuando se da la vuelta, se da cuenta con sorpresa que el otro ha desenfundado y le apunta con premeditación, a traición, sin mediar aviso.

Únicamente le da tiempo a componer una cara de sorpresa justo antes de oír el clic y sentir el fogonazo en los ojos.
Cuando todo termina, se oye la voz del que disparó emitiendo una queja:


– ¡En el último momento te moviste! ¡La foto saldrá desenfocada, como siempre!



Derechos de autor: Francisco Moroz


jueves, 28 de septiembre de 2017

Presencia amada





Desde el día que murió me acerco casi a diario al cementerio para visitarle y sentirle más próximo. Le hablo de cómo me va sin él, de lo mucho que le extraño, del vacío que dejó en mi corazón.

Vierto innumerables lágrimas de desconsuelo al ser consciente de su ausencia, y le pido con insistencia, alguna señal de su presencia tan añorada.


Hoy de regreso a casa, me encontré un ramo de flores rojas sobre la mesa del salón. En la tarjeta, escrito con su letra, figuraba su nombre.


Derechos de autor: Francisco Moroz

miércoles, 20 de septiembre de 2017

Despistes





¡Otra vez se dejó el grifo del lavabo abierto! Antes de ayer fue la luz del salón. La semana pasada el gas del quemador de la cocina, otras el horno. La televisión a todas horas la abandona encendida y a todo volumen.

Cualquier día tendremos un disgusto a causa de sus frecuentes despistes por no hablar de alguna queja por parte de los vecinos.


Me dirijo al dormitorio para recriminárselo y cuando llego, recuerdo con aprensión que hace cinco meses se marchó de casa, alegando no poder soportar por más tiempo mis broncas injustificadas.



Derechos de autor: Francisco Moroz

viernes, 8 de septiembre de 2017

Normas de convivencia




La casa ha comenzado a llenarse de hormigas desde que el inquilino desapareció.

Me alertó el que dejará de ingresar el alquiler en mi cuenta corriente.
Ha dejado atrás perchas con ropa usada, productos de limpieza e higiene personal, un par de zapatillas bajo la cama y una maleta vacía.

Le prohibí hacer reformas y aún así, veo restos de argamasa y ladrillo en una de las habitaciones. Justo donde va a parar, la interminable hilera de himenópteros que campan por sus respetos saliendo por el balcón con lo que parecen ser ¿Trocitos de carne?

¡Me va a oír este individuo cuando me lo eche a la cara!


Derechos de autor: Francisco Moroz

domingo, 16 de julio de 2017

Enemigo oculto







Muchos ven lo que aparentamos ser, pero pocos advierten lo que realmente somos. De ahí nuestros continuos ataques sobre los humanos, que padecen sin remisión toda nuestra fuerza cuando emprendemos acciones determinantes contra ellos.

Pocos parecen comprender que prácticamente todas sus batallas están perdidas de antemano, somos más fuertes y estamos mejor preparados para adaptarnos, nuestro secreto es el ataque masivo. Con determinación, sin treguas, sin dejar testigos.

Dejamos detrás nuestro infinidad de cadáveres y miles de damnificados.

Somos legión invisible, y cuando atacamos lo hacemos con armas biológicas que os hacen sentir nausea, fiebre y escozor. Os producen sarpullidos e irritaciones en la piel. Envenenando vuestro cuerpo frágil y vulnerable.

Nuestras estrategias van variando según vais desplegando las escasas defensas de las que disponéis, y como seres vitales que somos nos reproducimos y nos hacemos huéspedes de las víctimas a las que sometemos, ejerciendo una férrea tiranía una vez que las conquistamos. Somos como minas submarinas ocultas, a la espera de explotar desde adentro.

Nos conocéis como Ébola, Dengue, Fiebre amarilla, Herpes y rubeola. Sarampión y varicela. VIH o gripe…

Somos simplemente seres tóxicos, venenosos, e infecciosos, a los que identificáis como virus. 

Todo un submundo organizado y microscópico de destrucción masiva al que no podréis someter fácilmente.



Derechos de autor: Francisco Moroz


lunes, 19 de junio de 2017

¿Fría venganza?





Sin beso de buenas noches, sin abrazo de bienvenida ni caricia de madrugada. Todo eso se acabó desde que me fuiste infiel.

Yo que ardía como brasa encendida de deseo por ti. Yo que me incendiaba cuando te presentía cerca de mi piel, tuve que aguantar que otra arrimara tu ascua a su sardina.

Pero aún te recuerdo cuando retiro con el badil las cenizas de la chimenea, como después de aquella última vez que te hice arder y no precisamente de pasión.

Echaste mucha leña al fuego con tu traición y esa fue la chispa que prendió mi paciencia, haciendo fraguar una tremenda venganza.


Derechos de autor: Francisco Moroz


martes, 13 de junio de 2017

Doscientos años no es nada






Lo que usted diga, doctor Frankenstein, estamos para servirle.
Pero no sé yo si los componentes estarán listos en el corto plazo que nos exige, dado el alto costo de los materiales disponibles en este siglo en el que la ciencia de la electricidad está tan poco desarrollada.

Con los circuitos de condensadores que nos solicita no creo que haya problema, aunque tampoco le aseguro nada.

– Puñetero siglo XIX que nada más pone palos en las ruedas a mi genialidad. Tendré que hablar con Mary Shelley para negociar el plazo de entrega de su personaje.

¡Total! ¿Qué significan doscientos años para una obra grandiosa?




Derechos de autor: francisco Moroz

lunes, 5 de junio de 2017

Remedio casero






La coge con sus propias manos y la parte en dos. La última que le quedaba y que guardaba para una emergencia. La escondía morosamente en un cajón Pero llamaron a su puerta y se encontró de frente a su mejor amiga llorando desconsoladamente.

Mientras le preparaba un café escuchaba la dramática historia intentando insuflarle ánimos. Y es que cuando tu pareja te abandona, es para sacar un arma y empezar a matar.

Entonces es cuando se le encendió la bombilla y accedió a ese rincón secreto donde guardaba el remedio infalible para tanta tragedia.

Ahora le dice palabras alentadoras mientras le da la mitad de la tableta de chocolate.


Derechos de autor: Francisco Moroz

lunes, 22 de mayo de 2017

El dolor y el motivo




El crujir de las hojas, les recuerda los solos que están sin nadie que les escuche y siga el proceso de sus inquietudes y pensamientos.

Nadie está al otro lado, lo intuyen; y los ojos se les llenan de polvo y lágrimas.
Pues la soledad no es el peor de los dolores, sino la continuada ausencia de recuerdos. 

Ya no pueden seguir viviendo sin la ayuda de alguien que se enamore, que sufra y se alegre por ellos. Casi olvidaron quienes son, que papel desempeñan; y se revuelven inquietos haciendo crujir esas hojas del libro donde están inmersos como personajes que son.

Les hace falta alguien que los lea.



Derechos de autor: Francisco Moroz


martes, 16 de mayo de 2017

El vaso medio lleno





Desde ese día nadie vende barquillos en el parque del Oeste, ni manzanas de caramelo. Tampoco se volvió a instalar el tiovivo.

Mientras empujo su silla de ruedas me cuenta la historia:

–Aquí mismo me quedé sin piernas, cuando como niño de posguerra jugaba con los amigos y una mina hizo explosión.

Me compadezco de su desgracia y se lo comunico con auténtico pesar.

El sonríe agradecido, pero le quita importancia al hecho contestándome:

–Lo que nunca perdí fue el sentido del humor. Pues desde entonces me va todo sobre ruedas y tampoco me faltan personas amables como tú, capaces de acompañar a un anciano a medias. – Y sonríe.


Derechos de autor: Francisco Moroz

lunes, 8 de mayo de 2017

Puntualidad





Ya voy – Le dijo el hombre a su amante antes de apagar el móvil y arrancar el coche.

–Ya voy – Le confirmó el repartidor de pizzas a su jefe cuando le señaló el lugar donde debería realizar la entrega.

–Ya voy – comunicó el taxista a la central cuando le proporcionaron la dirección donde recoger al cliente que solicitaba su servicio.

– Ya voy – Le notificó la muchacha a su novio antes de cruzar el paso de peatones.

– Ya voy – dijo la muerte. Y de todos, fue la única que cumplió su palabra al personarse en el lugar del accidente en el momento justo de producirse.




Derechos de autor: Francisco Moroz

martes, 2 de mayo de 2017

Más de lo mismo




8 de diciembre de 1980, 9 de diciembre de 1980, 10 de diciembre de 1980… 
la cuenta atrás comenzó desde el mismo día en que se dio el pistoletazo de salida en la escuela de ingenieros de caminos de la politécnica. 
El 9 de febrero de 1980, un homenaje, se convirtió en movimiento contracultural al que se le conoció como “La movida madrileña.”

Queda poco para que finalice el año y junto a él, todo ese germen de inquietud y rebeldía se irá evaporando como si nunca hubiese existido. 
Todos esos jóvenes disconformes con el sistema acatarán de nuevo las normas establecidas según vayan peinando canas y quedándose sin pelo ¡Menuda movida!



Derechos de autor. Francisco Moroz

jueves, 20 de abril de 2017

Renovar o morir





El traje era auténtico al igual que los pantalones y la corbata. Todo de marca, todo recién planchado y acabado de entregar por el servicio de tintorería.

Gracias a los donantes se estaba haciendo con un buen fondo de armario. 
La única pega que encontraba, eran esas recalcitrantes manchas de sangre que se resistían a desaparecer del todo. 

Reminiscencias de sus víctimas que nunca se desnudaban voluntariamente.



Derechos de autor: Francisco Moroz

lunes, 10 de abril de 2017

Escena final






Subió los diez pisos hasta la azotea para contemplar su último ocaso, era fabuloso sentirse vivo. Pero iba a durar poco su alegría. Había empezado a emocionarse por muchas cosas, y no podía olvidar que era un fugitivo.

Él había sido testigo de hechos extraordinarios. Cuatro años de intensas experiencias. Todos esos momentos se iban a perder en el tiempo como lágrimas bajo la lluvia.

El astro terminó de ocultarse entre los edificios mientras empezaban a caer las primeras gotas. Restalló el disparo. Esta vez el replicante no necesitó a un Blade Runner para cumplir con su fatal destino.

De fondo sonaba Vangelis.



Derechos de autor: Francisco Moroz

lunes, 3 de abril de 2017

El final del día






Sólo le quedaba un cigarrillo para todo el día y no pensaba desperdiciarlo a lo tonto. Se lo volvió a guardar y esperó sentado pacientemente.

Las horas pasaron muy tranquilas y sin que nada interrumpiese el silencio reinante en la estancia. Después de la cena abrieron la puerta y le invitaron a charlar sobre temas divinos y humanos que no le interesaban a estas alturas de la película.

El no tenía muchos amigos y menos allí, con lo cual habló lo necesario y por cortesía más que nada.

Cuando por fin le preguntaron sobre su última voluntad, se palpó el bolsillo de la camisa sonriendo.



Derechos de autor: Francisco Moroz

lunes, 27 de marzo de 2017

Difícil elección






Esta noche se ha desbordado el límite de mi paciencia. Creo que mañana dormiré en otra cama.

Y me da verdadera lástima acabar la relación con esta joven y bella mujer que tantas satisfacciones me ha dado. Pero es que después de nuestros encuentros amorosos no puedo pegar ojo con sus ronquidos. Parece un tractor al ralentí.

Hoy mismo llamo a mi mujer y le comunico que vuelvo casa esta noche. No puedo ser infiel a costa de mi salud. Además: 
“Más vale malo conocido que bueno por conocer" 
Mi esposa también ronca pero al menos sabe cocinar. 



Derechos de autor: Francisco Moroz

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