Debo
decidir qué hacer con los retratos que tienes en el aparador del comedor, con
tus álbumes llenos de recuerdos y sonrisas infantiles.
Debo
decidir a quién donar los innumerables libros que cubren las paredes. Qué hacer
con las revistas, los cuadernos de notas y la agenda donde aparecen teléfonos de
muchas personas que ya no existen.
Debo
decidir qué hacer con tus zapatos, las camisas y los pantalones que llenan los
armarios de tu cuarto. Las chaquetas y las corbatas que ya no puedes usar.
Debo
decidir qué hacer contigo ahora
convertido en un viejo solitario.
¿A
la residencia o a mi apartamento?
Derechos de autor: Francisco Moroz