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viernes, 13 de octubre de 2017

Historia de mi pueblo (2) Una aldea con aires de grandeza



El núcleo poblacional de Polvoranca desapareció, como ya os dije, a causa de la insalubridad y las malas condiciones de habitabilidad del mismo.
Al igual lo hicieron los asentamientos de Butarque y Overa, donde se han encontrado vestigios del paleolítico superior y de épocas prerromanas y visigodas.
Por el primero sigue pasando todavía un pequeño arroyo, afluente canalizado del río manzanares, que da nombre a un parque lineal de la localidad y a un barrio de Villaverde.
Da nombre también a la patrona de la villa, Nuestra señora de Butarque que tiene su propia historia que contaré en otro apartado.
A su vez, lo ostenta el estadio de fútbol donde juega nuestro equipo “pepinero, de monstruos del balón” que ascendieron a primera división por méritos propios.
Overa es actualmente un polígono industrial, antes zona rústica de tierras de labor.
Como dato curioso os cuento, que cuando empecé a vivir en el pueblo, y estoy hablando de los años 90, que no ha pasado tanto tiempo, llegué a ver trabajar los campos con arado romano de reja tirado por mulas. Y aún hoy, existe al menos un rebaño de ovejas que pastorea por la zona, entre los carabancheles y el barrio que habito.

Fotografía histórica de Juan Calle.
Pastoreando en Polvoranca
En 1280, durante el reinado de Alfonso X el sabio. Los habitantes que abandonaron las mencionadas zonas, junto los que huían de las continuas incursiones de los moros, se establecieron junto a un “lagunar” lleno de “Légamo” que es un barro pegajoso formado por lodo y restos vegetales, lo conocido vulgarmente como limo; material muy propicio para el cultivo de productos de huerta. 

Que se lo digan a los antiguos egipcios cuando las crecidas del río Nilo menguaban y dejaban esos depósitos de fertilizante natural en el delta y en sus orillas.
 De ahí nació la aldehuela de “Leganar” que con el tiempo y por contaminación lingüística pasó a llamarse “Legamar” y por ende “Leganés”. Otras fuentes defienden el término como procedente del árabe que significaría huerta, igual que el término leganitos. Famosa calle de Madrid.
Por cierto, llegados aquí, os desentraño los dos misterios planteados con anterioridad.
El primero:
La mayor parte de los productos cultivados en las huertas de esta localidad eran llevados a la corte para consumo en palacio. Entre estos, los pepinos destacaban de tal manera y adquirieron tal fama de sabrosos, que el rey no admitía otros en su mesa. 
De ahí la denominación de origen de los leganenses como “pepineros” un gentilicio cariñoso tan cariñoso como el de “gatos” a los madrileños.
El segundo:
Lo de Escocia y su monstruíto antediluviano, es mera comparativa por similitud lingüística del vocablo “Leganés”-“Lago-Ness” no es que estemos hermanados ni nada de eso.
Para más comparativa, en el escudo de la localidad aparte de otros elementos, figura una laguna. El Nessi creo que es una invención de algún fantasioso urbanista muy creativo, que eligió esta escultura de estilo "Gaudiano" para adornar una rotonda de la villa con mayor o menor fortuna. 
Personalmente a mí no me disgusta, aunque Nessi en este caso, tiene que conformarse con una fuente en lugar de con todo un lago.

Nuestro monstruo ornamental


Sigo con la pura historia.
En 1345, Leganés ya se incorpora al alfoz de Madrid.
Para el que no sea un entendido Alfoz es un término árabe que se refiere a las pequeñas aldeas y zonas rurales que dependían de una sola jurisdicción. En este caso de la villa de Madrid, de la que dependió administrativamente casi durante tres siglos.
Ya en 1627 la localidad se convierte en villa de señorío o realengo, cuando es creado el título de mayorazgo o marquesado por mano del rey Felipe IV. 
La corona vende la localidad a Diego Mexia Felipez de Guzmán, vizconde de Butarque, que se convierte de esta manera en marqués de Leganés.
Este noble es el único dueño y señor de las tierras, solo él puede nombrar alcaldes, impartir justicia y administrar a las gentes y los bienes; y por ello ya no depende de la villa y corte para empezar a valerse por ella misma con cierta autonomía.
Naturalmente el título nobiliario era hereditario y permaneció de esa manera hasta que en 1820, fueron abolidos todos los privilegios de la nobleza feudal.
Familias relevantes como la de los Medinaceli y los Tamames asentaron sus reales en la localidad leganense.


Fotografía de juan Calle.
(Arando los huertos)

Y la historia continua.

primera parte  
Tercera parte
Cuarta parte
Quinta parte



Derechos de autor: Francisco Moroz

lunes, 9 de octubre de 2017

Historia de mi pueblo (1) Nos llaman pepineros


Fue Paloma, la conocida como Kirke, del blog: 
Leer,el remedio del alma la que empezó todo ¡Lo juro! Que uno ya tiene bastante con lo que tiene como para embarcarse en proyectos de este tipo. Y me nominó para seguir con este que tituló: "Mi barrio" Pero como la sarna con gusto no pica, pues me arrasco y en paz. Y aquí me tenéis, con la primera parte de "nosecuantas" historias de mi pueblo que os iré contando. Que el barrio se queda corto y un pueblo entero da para más.

Espero que lo disfrutéis al igual que yo lo estoy haciendo con la investigación y su posterior puesta en escrito para que todo adquiera cierto sentido. 
Que la historia, esa gran madre, y abuela anciana, tiene muchas cosas que enseñarnos. Aunque vayamos de listos pretendiendo saberlo todo.

¡Al lío!  





En general a los que habitamos este pueblo, al igual que a los miembros del equipo de fútbol, nos llaman los “Pepineros” a estos últimos ¿Por el color y el diseño de la equipación quizás? algo de eso hay, pero no por ello exactamente los denominan de esa manera tan "horticultural". 

Para saber el porqué de este dato tengo que remontarme muchos, pero que muchos años atrás, y nombrar por de pronto al pueblo del que os quiero hablar. Si os digo que es Leganés ¿Qué os viene a las mientes, a voz de pronto, pensamiento hecho idea o imagen? ¿El lago de Escocia, y por ende, al monstruo que supuestamente lo habita? ¡Pues tampoco se trata de eso! pero no anda uno descaminado si lo piensa de forma ensoñadora y fabulada.

Comienzo desde el principio y os explico la historia de mi pueblo de adopción, pues aunque yo soy de ¡Madrid, Madrid! del mismísimo barrio de Chamberí para ser más exacto; aquí es donde habito en la actualidad, y ya se sabe lo que dice el dicho popular: “Uno no es de donde nace sino de donde pace”.

Los primeros pobladores que habitaron el entorno de lo que actualmente es, uno de los pueblos más grandes de la comunidad de Madrid (188.000 aprox) se asentaron en una zona rica en torrentes y humedales, que se conoció y se conoce con el nombre de Polvoranca. 

Estamos remontándonos a la edad de hierro (Año 1000 A.c) datos confirmados por vestigios de restos arqueológicos encontrados en la zona.

La misma causa que originaría este primer asentamiento fue la que constituyó su abandono: el agua, en la que proliferaron los mosquitos transmisores de enfermedades como el paludismo que causó mucha mortandad a lo largo de la edad media.
De esta época medieval datan los primeros documentos escritos en los que hay constancia de dichos acontecimientos.

Y documentado está, que en aquellos tiempos que a Leganés no se le conocía como tal, era más bien "Mayorazgo de Polvoranca", cuyos fértiles terrenos eran cultivados de olivo, cereal, y muchos productos de huerta.También rebaños de ganado ovino eran pastoreados por la zona.

Todo el género que hubiera podido producir riqueza y bienestar, iba a parar indefectiblemente a esos señores feudales que lo acaparaban todo; dejando al que trabajaba la tierra sin nada que llevarse a la boca. La historia es reiterativa en algunos aspectos.

Ruinas de la iglesia de San pedro apóstol lugar del antiguo asentamiento

Durante el siglo XVI hasta el XVIII el Mayorazgo siempre perteneció a la nobleza de cuyos personajes destaca el Conde de Orgaz (El del famoso cuadro del Greco donde entrega su alma) o el licenciado Juan Ponce de León y su esposa Ana de Osorio.

Esta ubicación poblacional, donde en la actualidad solo pueden contemplarse las ruinas de la iglesia de San Pedro apóstol, edificio que al parecer nadie pretende restaurar como patrimonio local; la conforman 150 hectáreas rehabilitadas como parque de interpretación y educación medioambiental, donde también se ubican huertos comunitarios. A si mismo se ha recuperado un lago conocido como el de los sisones (Por la cantidad de ellos que campan por sus respetos) donde se puede practicar la pesca controlada y el piragüismo. Un jardín botánico, circuitos perimetrales para la práctica de ciclismo y senderismo. y zonas de salud con aparatología variada, para ejercitar el músculo y la elasticidad de jóvenes y mayores.


Es curioso que en su momento, y según crónicas escritas, fuese un entorno frecuentado por Fray Luis de León; gran poeta espiritual que nos dejó aquellos hermosos versos que dicen:

“¡Qué descansada vida!
la del que huye del mundanal ruido,
y sigue la escondida
senda, por donde han ido
los pocos sabios que en el mundo han sido.”

De igual manera parece que de este germen de pueblo se acordó otro personaje con renombre intelectual. Me refiero a Don Benito Pérez Galdós que en su libro “Nazarín” escribe sobre el mayorazgo de Polvoranca lo siguiente:

“Tierra fría y llana, pobre de leña y de pan, de vino mediana, de ganado no iba mal”.

Después de estos siglos donde el Mayorazgo llegó a tener poco más de 1000 habitantes y a lo largo del XIX, el lugar queda deshabitado definitivamente a causa de la presión que ejerció sobre sus habitantes el paludismo, la peste y la constante hambruna sufrida de manera casi continuada. De tal manera, que existe una especie de historia negra cuajada de leyendas fraguadas en las mentes de los más ancianos.

Los supervivientes y los continuos flujos migratorios de otras poblaciones constituyeron lo que a partir de ¡ahora sí! podremos llamar Leganés. Pero será otra historia que os contaré en otra ocasión pues: "No se conquistó Zamora en una hora".



Laguna de los sisones
 Segunda parte 
Tercera parte
Cuarta parte
Quinta parte




Derechos de autor: Francisco Moroz

miércoles, 22 de febrero de 2017

Detrás de la máscara





¿Qué es lo que se esconde tras la máscara de los carnavales? ¿Cuáles son sus orígenes?

Como la mayoría de las tradiciones y fiestas populares, esta, no es una excepción, y con ella quedan claras las intenciones del ser humano que por naturaleza gusta de saltarse las normas convencionales y las prohibiciones que concitan a la mesura y la corrección. Festejar disfrutar y despendolarse sin vergüenza está grabado en los genes de toda la humanidad.

No en vano el carnaval es una de las celebraciones más participativas y globales de todas las conocidas. No sabe de fronteras, ni razas ni culturas, pues todas ellas han sabido adaptarla y trasformarla según sus necesidades. Con personal idiosincrasia en sus atrezzos y modos.

Nos remontamos a sus orígenes y vemos que naturalmente, como todo lo divertido, procede de lo pagano. 
De esos pueblos que a pesar de sus dioses o gracias a ellos, podían ventear al menos una vez al año su placer por el baile, el canto y la música, y los placeres carnales como eran y son, la comida, la bebida y el sexo.

Y del primero de esos pueblos de los que no queda constancia documentada es el sumerio, que hace unos 5000 años ya andaba metido en estas lides de disfrazarse y salir a las calles a desmelenarse sin inhibición
Estos, junto a egipcios, griegos y romanos fueron los organizadores de eventos multitudinarios donde se olvidaban las castas, el poder, los títulos, la riqueza o la categoría personal de los ciudadanos que participaban.

De entre ellos, los romanos fueron los más destacados cuando celebraban las lupercales y saturnales que si recordáis, fueron también el origen de las navidades, año nuevos etc.

Estando el dios Baco, o el Dionisio griego por medio ya os podéis imaginar las bacanales y las orgías que se montaban a todos los niveles. 
Y como los romanos se hicieron dueños de toda Europa y parte de Asia y África, pues extendieron el elenco cultural de sus tradiciones por todos los territorios conocidos en la antigüedad. 
Después serían los españoles y portugueses en el siglo XV los encargados de llevar a América estos festejos tan vitales y alegres.

El vocablo “Carnaval “proviene de la lengua romance neolatina. Los romanos llamaban a estas fiestas simplemente: “Festum” que en su traducción viene a significar "Festín o festejo", aunque algunos autores defienden que pueda proceder del término “Carnem levare” recuerdo de otros dioses-as como la celta “Carna” o el indio “Karna”.

Este término viene a significar algo así como “ Quitar la carne” y se debe al cristianismo; que permitía ciertas licencias y relajamiento en las costumbres de sus fieles, tiempo antes de empezar con las celebraciones cuaresmales que se iniciaban el miércoles de ceniza, donde se les recordaba que solo eran polvo y ceniza y por lo tanto tenían que evitar todo roce con lo mundano y sensitivo para alejarse de la órbita del maligno.

El vocablo italiano “Carnevale” ha sido aceptado por goleada en la mayoría de los países donde se celebra, en contra de las otras acepciones con las que se le conoce en España: “Carnal”,“Carnestolendas” o “Astruejo”, palabreja que define el periodo que comprende los tres días anteriores al miércoles de ceniza.

Tres días, donde casi todo estaba permitido bajo el anonimato de las máscaras y el salvoconducto de los disfraces que garantizaban en cierta medida, la impunidad del individuo.

En la actualidad los carnavales pueden alargarse toda una semana comenzando en un jueves denominado “Lardero” que proviene de “Lardarius” y significa “Tocinero”. En la península ibérica hay un dicho que reza: “Jueves lardero, longaniza en el puchero”.

Todo ello representaba una despedida a la carne de todo tipo, pues la cuaresma que empezaba posteriormente, suponía la abstinencia y el ayuno de estos elementos, añadiendo penitencias, ayunos y oración que constituían los únicos alimentos del alma, que no del cuerpo.

En la Edad Media entre otras cosas, el carnaval constituía una ocasión inestimable para poder realizar críticas a los gobernantes, nobleza y clero, denunciando sus abusos, excesos e hipocresía; ya que nadie, dentro de este contexto podía ser castigado por ello.
En el lado opuesto y en tiempos de Carlomagno, el no cumplimiento de la abstinencia durante las cuaresma, era castigado con la muerte. Ni más ni menos.

El máximo esplendor de estos festejos llegará en el siglo XVI en las cortes europeas, despuntando entre todas la de la ciudad de Florencia gobernada por los Medici; cuyos carnavales eran significativos por sus elaboradas máscaras, lujosos vestidos, y el esplendor de sus largos desfiles de maravillosas puestas en escena con carros (Actuales carrozas) alegóricos sobre diversos temas. 

Eran aprovechados de igual manera para deshacerse de opositores, dirimir pendencias a lo bravo y cometer asesinatos impunemente. Las intrigas y las conjuras proliferaban durante los festejos. 

Hoy en día los carnavales más famosos son los que tienen lugar en Brasil (Río de Janeiro) donde aparte de los elementos tradicionales, se suman peculiaridades añadidas por el acerbo cultural de los antiguos colonos y esclavos, siendo uno de los más vistosos en el ámbito global, habiendo alcanzado un récord guinness en participación, duración y vistosidad.

El de Venecia siempre sorprenderá al visitante por sus elaboradas máscaras y trajes, que son objeto de culto de algunos coleccionistas y objetivo de innumerables fotógrafos.
En Colonia, Alemania, esta fiesta es uno de los acontecimientos más relevantes de los que se celebran en el país, dando especial importancia a las mujeres, que ese día se convierten en las protagonistas y portadoras de las llaves de la ciudad. 
Es denominado: “La quinta estación del año”.

Y no podemos olvidar los carnavales de Cádiz con sus comparsas burlescas, cuyas charangas y chirigotas son consideradas patrimonio regional y nacional, convirtiéndose las coplas en auténticos pasquines sonoros de denuncia contra el gobierno corrupto, los políticos y el famoseo inmerecido de algunos; comidilla de programas del corazón y deportivos.

Otros lugares donde estas celebraciones son conocidas a nivel internacional son: Santa Cruz de Tenerife, y Águilas en Murcia. Oruro en Bolivia, Barranquilla en Colombia. Niza en la rivera francesa. Nueva Orleans. Sitges en Cataluña y Notting Hill en Londres, con la peculiaridad este último, de celebrarse a finales de agosto.

Los carnavales se han visto ampliamente reflejados en obras de teatro, sainetes, poesía y novela.
Cervantes en su famosa obra de -Don Quijote de la Mancha- citó las carnestolendas cuando Sancho era manteado por los gañanes. 
De sobras conocida la lucha entre don Carnal y doña Cuaresma incluido en -El libro del Buen Amor- del Arcipreste de Hita. Valle Inclán escribió la trilogía de los llamados “Esperpentos” titulados: -Martes de carnaval-.
Entre otros destacados autores podemos citar a Rubén Darío y su poema: -Canción de carnaval-. Los artículos periodísticos de Gustavo Adolfo Bécquer y Mariano José de Larra y relatos costumbristas de Mesonero Romanos.

Y no os canso más, que también las fiestas y las letras en exceso aburren y empachan. 
De hecho ya lo decían los propios romanos:

“Post festum, pestum et post coitum, tedium”

Cuya traducción nos viene a decir que:

“Después de los festejos viene la fetidez y después del coito el tedio”.



¡Felices Carnavales a todos!



Derechos de autor: Francisco Moroz







jueves, 5 de enero de 2017

Tres reyes tres





Si yo os digo ahora mismo: “¡Ya están aquiii!”¿En quienes pensáis? ¡Claro! En los Reyes Magos. Aunque a algunos se les haya pasado por la cabeza la imagen de la niña frente al televisor diciendo la famosa frase en la película Poltergueist.

Este 6 de Enero nos levantáremos casi todos convertidos en niños expectantes ante los inesperados regalos que nos esperan, junto a esos zapatos a los que el día anterior dimos lustre hasta dejarlos como espejos. La opción de las zapatillas facilita mucho la ardua labor de hacerlo.

Veremos con sorpresa como el vinito dulce de las copas ha menguado, y los trozos de turrón han disminuido en la bandeja, proporcionalmente al número de reyes y pajes que visiten cada hogar. 
Después de las lágrimas de emoción, los agradecimientos y las caras de felicidad al recibir lo esperado o lo inesperado; pues siempre, aunque no se espere ni se reciba lo que queremos hay algo que te han dejado con mucho cariño estos personajes tan amables y encantadores con los que curiosamente, y a diferencia de Papá Noel, nunca se han hecho películas de terror ni violencia salvaje. 
Digo, que después del ritual de abrir regalos, se desayunará con el consabido y afamado roscón.

¡En fin! Una tradición que personalmente a mi me convierte de nuevo en ese crio ilusionado que dejé atrás hace muchos años, y en el que me convierto cada noche de reyes de forma inesperada, con nervios y todo después de una noche inquieta.

Lo de las cabalgatas ya es otro cantar. Creo que solo he ido a tres o cuatro en toda mi vida, pero hice en una ocasión de Gaspar, y os puedo asegurar que fue toda una experiencia inolvidable ver la cara de los chiquillos mientras ingenuamente me hacían sus peticiones.

¡Pero vamos a lo que vamos! “que no es moco de pavo de día de acción de gracias” lo que encierra este tradicional festejo que pone broche de oro a la Navidad.

¿Existieron estos personajes? ¿Quiénes eran? ¿De dónde venían?

La fuente documental en la que aparecen por primera vez y en la que se nos da noticias de estos ilustres visitantes de Belén, la encontramos en el evangelio de San Mateo, en el capítulo 2 (Versículos del 1 al 12)

Jesús nació en Belén de Judea cuando gobernaba el rey Herodes. Y he aquí, unos magos vinieron del oriente a Jerusalén, preguntando: ¿Dónde está el rey de los judíos, que ha nacido? Porque al ver su estrella en el oriente, hemos venido para adorarle.
Cuando el rey Herodes oyó esto, se turbó, y toda Jerusalén con él. Y convocados todos los principales sacerdotes, y los escribas del pueblo, les preguntó dónde había de nacer el Cristo. Ellos le dijeron: En Belén de Judea; porque así está escrito por el profeta: Y tú, Belén, en la tierra de Judá, no eres la más pequeña entre los gobernadores de Judá.
Porque de ti saldrá un guiador, que pastoreará a mi pueblo Israel. Entonces Herodes, llamó en secreto a los magos, e indagó de ellos diligentemente el tiempo de la aparición de la estrella; y enviándolos a Belén, dijo: vayan, y averigüen con diligencia acerca del niño; y cuando lo hallen, háganmelo saber, para que yo también vaya y le adore.
Y ellos, habiendo oído al rey, se fueron; y he aquí la estrella que habían visto en el oriente iba delante de ellos, hasta que llegando, se detuvo sobre donde estaba el niño. Al ver la estrella, se regocijaron con gran alegría. Y al entrar en la casa, vieron al niño con su madre María, y postrándose, lo adoraron; y abriendo sus tesoros, le ofrecieron presentes: oro, incienso y mirra. Pero siendo avisados por revelación en sueños que no volviesen a Herodes, regresaron a su tierra por otro camino.

Os puse el texto para que comprobéis que no pone nombres ni número de visitantes, pero deja claro que eran magos, tampoco figura el título de reyes por ningún lado y sí que seguían una estrella y que venían del oriente.
Aparecen así mismo los tres regalos que sacaron de “sus tesoros”: Oro, Incienso y Mirra. Posiblemente y más adelante, se dedujo el número de personajes por el número de regalos.

Hay sin embargo otras fuentes llamadas: Evangelios apócrifos de los cuales se tiene constancia, pero que no fueron incluidos en el libro sagrado como lo fueron los otros cuatro conocidos.
En concreto hay uno llamado: Evangelio de Tomás, datado en el siglo II de nuestra era en el que se narra que dichos “Reyes” llegaron con tres legiones de Persia, Asia, y Babilonia. 

Los entendidos en materias histórico-teológicas-religiosas suponen que estos visitantes inesperados eran miembros de una casta de sacerdotes Medo-Persas de la época aqueménide. Otros nos dicen que vinieron de Asia, África y Europa. Y rizando el rizo con doble bucle de tirabuzón invertido, el mismísimo Papa Benedicto XVI destaca en uno de sus escritos, que los reyes procedían de Tartessos; reino que actualmente conformarían Huelva, Cádiz y Sevilla.

¡Olé! y ¡Olé!

Tampoco se nos asegura que fueran grandes astrólogos ni astrónomos. Ni matemáticos o estudiosos de lo divino y humano con lo cual ¿Provenían de una estirpe de sabios? Solo sabemos que llegaron a Judea siguiendo el rastro de un astro en movimiento, que no aparece mencionado en ningún otro evangelio ni escrito conocido.

Ya sabemos que la fecha del nacimiento de Cristo es un convencionalismo de la iglesia que oportunamente por razones evangelizadoras asignó ese día en que otros pueblos celebraban el nacimiento de sus dioses.Ver: A vueltas con la navidad primera parte. Y en cuanto a fijar el año I. Sobre el 532, como el del nacimiento de Jesucristo; fue un error de cálculo de un tal Dionisio el exiguo (adivinar el porqué del apodo) ¡Sí! su estatura.

Estudiosos actuales de la biblia, que a pesar de su carácter religioso no deja de ser un libro de historia. Han contrastado datos que dan como resultado el siglo VI aC como fecha más probable.
Pero ni en un siglo ni en el otro se tiene constancia de ningún fenómeno meteórico, estrellas fugaces, supernovas, ni conjunciones planetarias que puedan resolver el enigma que el mismo Isaac Asimov define como: uno más de los misterios que se encuentran en el libro sagrado: Milagros, resucitaciones y curaciones, o el paso del mismísimo mar rojo y las plagas de Egipto.

Con lo cual esa estrella pasa a ser otro símbolo añadido que nos habla de Luz, guía y señal. No deja de ser otra figura metafórica utilizada por los cristianos del Medioevo.

Otra curiosidad son los nombres de esos Magos cuyas primeras referencias datan del siglo V dC contenidos en un documento denominado: "Excerpta latina bárbari" y en donde se les nombra como: Melichior, Gathaspa y Bithisarea.
En uno de los evangelios apócrifos, en concreto en el llamado “Armenio. Sobre la infancia de Jesús” se les conoce como: Melkon, Gaspard y Balthazar.

Con lo cual, a estas alturas podemos sacar la conclusión de que la tradición ha ido añadiendo datos, detalles y simbología para explicar lo que hasta ahora es inexplicable. 

A saber:

-Tres representantes de tres religiones diferentes. Los llamados "Gentiles" por los judíos, cuando el cristianismo todavía no estaba inventado 
-Tres razas distintas de tres continentes. 
-Personajes que representan las tres edades del hombre.
-Las cabalgaduras suelen ser en el imaginario popular tres camellos, pero por otro lado son: Un camello, un caballo y un elefante. Y añadimos los datos que ya os he aportado sobre la estrella.

El número tres es un número que aparece 467 veces en la biblia con infinidad de acepciones: La trinidad, el tres veces santo, La resurrección a los tres días de las muerte del redentor, El trino y uno.
Según Platón es la imagen del ser supremo en sus tres vertientes: material, intelectual y espiritual. 
Según Aristóteles el contenedor del principio el medio y el fin. 

Los regalos entregados al recién nacido también son tres y encierran sus propias alegorías. 

-Oro: ofrecido al niño como la riqueza apreciada por mundo, regalo digno de un “Rey de reyes”
-Incienso: Un elemento indispensable a la hora de ofrendar as los dioses. Al “Dios verdadero”
-Mirra: Una resina aromática utilizada para embalsamar a los difuntos. Ofrendada al Dios hecho hombre que morirá por el resto de los mortales, convirtiéndose Él mismo en ofrenda.

A todo ello hay que añadir leyendas curiosas que nos hablan de un cuarto “Rey mago” sin tener en cuenta que el pueblo armenio cuenta hasta 12, que tampoco son reconocidos por la iglesia.

Que la palabra “Mago” deviene a través de varias lenguas en “Magister” que significa “Maestro”.

Y por último, termino recordando, que en la catedral de Colonia en Alemania, se encuentra el afamado relicario de los Reyes Magos donde supuestamente reposan sus huesos. 
Dichas reliquias fueron trasladadas a Colonia desde Milán por el emperador Barbarroja en 1164. Convirtiéndose la localidad desde entonces en foco de miles de peregrinos.

Lo que haya de verdad o de invento, de exageración o leyenda no me preocupa en exceso. Hemos asimilado este fin de fiesta como algo familiar, como demostración de la generosidad gratuita entre los hombres y además ¿Qué sería de un nacimiento sin las figuras de esos personajes con tanto carisma?


¡Y qué carallo! 
Donde estén estos tres viajeros buenos Reyes Magos, que se quite el invento del gordo de la Cocacola que a veces, tanto miedo da a los niños.

¡Felices Reyes! ¡Que os traigan ilusión y esperanza!
y ¡muuuuchos! libros que leer.


Derechos de autor: Francisco Moroz

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