Mostrando entradas con la etiqueta FUERA DE CONTEXTO. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta FUERA DE CONTEXTO. Mostrar todas las entradas

jueves, 27 de octubre de 2016

¿Halloween? ¿Qué es Halloween?



¡Se acerca! ¡Ya vienen! la noche de Halloween y los monstruos enanos que nos intentan asustar en nuestras propias viviendas con disfraces comprados en los chinos. El año pasado sin ir más lejos me vino uno vestido de Elvis y otro de oso panda. Que no encontraba dada mi conmoción, la relación entre una fiesta de los muertos y el carnaval de Rio de Janeiro.
Estamos perdiendo el control con las influencias americanas cuyas empresas con tal de vender, venden hasta el alma inmortal de los antepasados.
Y es que esto del Halloween ya nos suena a teatro de las maravillas y opera bufa, donde todo es posible, hasta la incongruencia, los despropósitos y lo estrafalario. Todo lo que tiene pinta de original, es aplaudido por aquellos que se van acostumbrando a cualquier cosa, según se las van vendiendo como producto extranjero; y si es con música Break, Fusión, Tecno, o la mismísima banda original de -El fantasma de la ópera- mejor que mejor.

¿Qué se ponen de moda los zombis?¡Pues a disfrazarse de zombis¡¿Qué la saga crepúsculo ha hecho estragos este año? ¡Pues serán los vampiros los que nos invadan el hogar! La patrulla infantil del vecindario ávida de caramelos y demás golosinas asaltarán nuestros hogares con la consabida contraseña del “Truco o trato” que vete tú a saber qué demonios quiere decir.
Y yo me pregunto: ¿Qué tendrán que ver el tocino con la velocidad y el culo con las témporas?

Pues intentaré al menos aclarar un poco toda esta sarta de tradiciones hiladas con aguja de hacer calceta.
Nos remontamos a los orígenes, que es como empieza todo, desde el principio. Y la génesis es la cultura celta, esa antigua civilización que surge en centro Europa, que no nos dejó ni música ni escritos; pero cuyos integrantes se encargaron de trasmitir de forma oral de padres a hijos toda la tradición y forma de vida de tal manera, que todavía rigen algunas costumbres actuales como la de ciertos festejos cuyo máximo exponente es

El Samhain.  

Esta palabra proviene del gaélico, madre de la lengua irlandesa actual, y no significa ni más ni menos que: "Fin del verano". Y es que los Celtas dividían el año en dos partes: La luminosa (Primavera, verano) y la oscura (Otoño e invierno) La primera etapa era dedicada a la fertilidad tanto de las mujeres como la de los animales y cosechas. La segunda representaba la decrepitud y la muerte y es con la que comenzaban el año; haciendo balance de las ganancias y pérdidas que les había deparado el mismo, en cuestión de agricultura, ganado, victorias conseguidas, muertes y nacimientos familiares y logros personales.

Entre estas dos etapas diferenciadas existe esa linea delgada y frágil que separa los mundos de los vivos y los muertos: Que llegada la fecha se estrecha, quedando más cerca. es entonces cuando los espíritus aprovechan para volver a mezclarse con los que todavía alientan sobre la tierra. Saltan esa etérea frontera para realizar visitas a los familiares o para vengarse de sus enemigos. Andan entre nosotros.

Es por ello que los celtas esa noche se disfrazaban de animales, para confundir a los espíritus malignos, colocando en sus puertas y ventanas calaveras con luminarias en su interior para espantar a los muertos con malas intenciones. Más adelante serían nabos los que lucirían de forma menos macabra y en la actualidad las culturas herederas de la tradición exhiben las consabidas y tétricas calabazas recortadas que tanto susto dan en las películas de terror americanas.Las llamadas "Jack Lantern"
También se colocaban dulces en las entradas de las chozas o cabañas, o en las plazas del poblado para mantener contentos a esos visitantes imprevistos del más allá, y así evitar que se cobrasen víctimas y revanchas.

Cómo veis ya vamos comprendiendo ciertos derivados actuales y de donde proviene el producto original. Pero permitirme dar el siguiente salto en el tiempo yéndonos a la antigua Roma.
Ya sabéis que los romanos asimilaban e incluso adoptaban religiones, costumbres, dioses y tradiciones, amoldándolas a su propia idiosincrasia. El año romano empezaba en Marzo y por tanto las festividades en torno a los difuntos las celebraban los días 9,11 y 13 de Mayo y los llamaban los días de Lemuria. Los lémures eran esos espíritus diabólicos y traviesos que venían a tocar las narices a los vivos, asustando y haciendo desaparecer cosas y personas. Esto recuerda a los duendes y trasgos ¿No os parece?

Después vienen los cristianos y superponen sus propias fiestas a las paganas con el solo motivo de eclipsarlas. Por cierto “Pagano” se refería a los que vivían por esos “pagos” o sea, fuera de las poblaciones importantes, en el campo, en el bosque etc. Y para nada significaba carente de fe o creencias religiosas. También a los que vivían fuera de Roma en sus villas, se les denominaba "Villanos" y no tenían que ser necesariamente mala gente.

¡Bueno a lo que vamos!
En el siglo VII la fiesta en conmemoración a los muertos se mantiene en el 13 de Mayo y será Gregorio III el que la trasladará al 1 de Noviembre y otro Gregorio, esta vez el IV el que la denomine: “Fiesta de todos los Santos” noche de vigilia y preparación; donde se encendían velas y lamparillas de aceite para mostrar el camino a las almas perdidas las primeras, y homenajear y rendir culto a los difuntos familiares las segundas.

El día 31 pues, pasa a ser la víspera de todos los santos o en inglés:”All Hallow´s Evening” y con esta aclaración llegamos a la que es, la transformación de dicha palabreja.

Halloween.

Llega el momento de trasladarnos a América con los colonos irlandeses e Ingleses en el XIX, llevando con ellos estas antiguas tradiciones repetidas a lo largo de los siglos. Y allá, antes, durante y después de la independencia de los Estados unidos,se va trasformando y modificando la celebración en sus aspectos más informales como los disfraces variopintos  y toda la parafernalia montada en torno a la fiesta de difuntos que se convierte en festividad comercial en la que las empresas de todo tipo de productos, se frotan las manos previendo ingresos adicionales gracias a las calabazas, velas, tumbas de plástico inyectado, disfraces y pinturas, maquillajes, muñecos macabros, brujas, momias, hombres lobo, muertos saliendo de la tierra, ahorcados… Y no sigo que pierdo el aliento y las ganas.

Con lo cual, y como resultado de todo. Somos ahora nosotros los europeos los que recibimos el producto original, envasado y empaquetado a modo de folclore popular con lacitos de colores y luces de neón como las de las Vegas.
Nada hay nuevo en cuestión de cultura que no hayan probado ya nuestros antepasados.

La  conclusión es que: el Samhain, el Samain (celebrado en Galicia, Asturias y Cantabria) y el Halloween, son prácticas de diferentes naciones con el mismo origen cultural que viene a celebrar lo mismo: El ciclo de la vida, del campo y de las estaciones.
Mirad por donde he dejado caer sin querer otro posible disfraz para el evento: El de rey león.
¡Hey¡ hey! ¡No os vayáis que no he terminado!
Alguno os habéis quedado seguro, con las ganas de saber eso del: 

¿Truco o trato?

Pues os resuelvo el acertijo.
El “Trick or Treat” tiene sus principios en las persecuciones llevadas a cabo en los siglos XVI y XVII  por los católicos contra  los protestantes en Inglaterra. 
En un momento dado, se quiso atentar contra el rey inglés James I cuando este se encontrara reunido junto a los parlamentarios. Uno de los conspiradores delató a sus compañeros y gracias a esto se pudo abortar tal regicidio.
Más adelante cuando son los protestantes la que ostentan el poder y para conmemorar este fallido atentado gracias a la oportuna delación del traidor, al cual torturaron y ejecutaron convenientemente según el estilo y las leyes inglesas. Estos (Luteranos) visitarán las casas de los católicos tapando sus rostros con máscaras de monstruos para no ser reconocidos y exigiendo a los habitantes de las viviendas cervezas, encurtidos y pasteles a cambio de que ellos no los delaten ante las autoridades; interpelándoles con la consabida frase intimidatoria: “Truco o trato” que en realidad era“Susto o soborno”. Curioso ¿No?

Por último os diré que “La santa compaña” tiene que ver también con estas fiestas en las que los espíritus errantes hacen salidas nocturnas en busca de noctámbulos trasnochadores rezagados en esta noche que solo a los difuntos pertenece. La del 31 de Octubre.

Elegid pues un buen disfraz para pasar desapercibidos entre los muertos, y no os dejéis engatusar por esos tiernos infantes disfrazados de todo lo inimaginable que os piden golosinas a granel como si fueseis el super del barrio. Puede que acabéis condenados a una fiesta cíclica que se repita, no todos los años, si no cada diez minutos en la puerta de vuestra propia casa.


¡Miedo da! ¿A que sí? pues ya sabéis: ¡Haber pedido muerte!




Derechos de autor:Francisco Moroz



miércoles, 12 de octubre de 2016

Doce de octubre



Nunca me gustaron las controversias y si la comprensión que proporciona el estudio de lo acontecido. Me apabulla la opinión de aquellos que subiéndose en el caballo de batalla de la razón absoluta y personal, omiten los libros de historia y el saber de los entendidos en la materia. Embisten lanza en ristre contra todo aquel que haga oposición a sus propios criterios tantas veces sin base ni fundamento. Construidos con lo leído en prensa sensacionalista y oído en informaciones proporcionadas por orates “revuelve masas enfervorizadas” con consignas que en este siglo no tienen el mismo significado, ni el sentido que pudieran tener en el XV o el XVII.
Fijaos que introducción para escribir sobre el origen de la fiesta celebrada el 12 de octubre. Y es que con esto del día de la hispanidad hay mucho debate y “Rifi, rafe” entre los de un lado del océano y los del otro. A lo mejor conociendo la historia se disolverían un tanto algunas animadversiones y malentendidos.
En 1492 llega Cristóbal Colón a la isla Guanahaní situada en el archipiélago de las Bahamas, pensando que se encontraba donde no estaba, en la India. Sin saberlo pues, habían descubierto nuevas tierras y establecido contacto entre dos continentes muy diferenciados entre sí en muchos sentidos.
A partir de aquí, la conquista por medio de la espada, la religión, la colonización y la lucha contra los oriundos de aquellas tierras. Razones que esgrimen muchos de los que habitan actualmente ese continente y que en suma, nosotros no podemos negar ni olvidar.
Pero que alguien nombre un reino, civilización, imperio o estado del signo que sea, que no haya basado su dominio o expansión sin estas premisas. Lo que sí parecen olvidar todos aquellos que comparan una colonización con un genocidio, es la forma tan diferente de conquista que llevaron y llevan a cabo Ingleses, holandeses, Portugueses, Italianos, Alemanes, Americanos, Belgas a lo largo de la historia… Curioso como estos países echaron en su momento toda la carga sobre las espaldas de los españoles, disfrazando y excusando sus propias tropelías en ningún caso justificadas.
También y para ser equitativos no solo habría que valorar lo que se arrebató, esquilmó o explotó en esas tierras; deberíamos analizar y valorar en su justa medida las aportaciones que España introdujo en América que no son pocas, como la trasmisión de su cultura y la mezcla étnica; algo que por ejemplo los ingleses no supieron ni quisieron hacer.
Pero lo que nos interesa es: ¿Por qué este día es el elegido como el día de la hispanidad? 
Esta idea la puso en marcha el escritor Ramiro de Maeztu. Y la primera vez que se celebró fue en 1935, aunque hasta 1958 no se regularizó como tal.
Actualmente la celebración está contemplada por una ley promulgada en 1987 en la que se omite el término “Día de la Hispanidad” y se incluye el de “Fiesta Nacional” simbolizando la construcción del estado a partir de una realidad cultural, política y lingüística con proyección a otros países fuera de los límites europeos.
Se celebra igualmente la festividad de Nuestra señora del Pilar , recordando con ello esa aparición mariana a Santiago apóstol que tuvo lugar a orillas del Ebro, que impulsó la evangelización, cristianización y unificación así mismo, de todos los pueblos hispanos. Naturalmente en este punto prima más la leyenda que la realidad y en muchos casos se echa mano de la fe más que de la razón.
En la antigua Cesaraugusta romana, Saraqusta musulmana y Zaragoza actual, se edificó el primer templo mariano, allí donde en la actualidad la basílica contempla las aguas que riegan la ciudad. La virgen del Pilar no asume solamente el patronazgo de España, también el de Aragón y el de la guardia civil.
Fue el Papa Pío VII el que fijó el 12 de octubre como fiesta dedicada a la virgen del Pilar sustituyendo la constituida el día 15 dedicada a la asunción de María.Es una fiesta que fue declarada de interés turístico en 1965 por su valor cultural que conserva tradiciones populares.
Muchos pueblos visitaron las costas de Hispania: celtas, fenicios, cartagineses, romanos, godos, árabes. Todos ellos conquistaron, explotaron recursos, sometieron, e incluso esclavizaron. Pero todos, también, sin excepción dejaron la impronta y la interrelación cultural necesaria, para que los españoles llegáramos a ser lo que somos como nación con personalidad propia. Después nos tocó a nosotros arribar a otro continente donde a pesar de todas las acciones incorrectas se crearon vínculos que no hemos de olvidar. Queramos o no, hay pueblos que están hermanados desde entonces a pesar de los vociferantes oráculos que siempre intervienen para crear animadversión y equívocos, quedándose siempre con la parte negativa del pasado y no mirando hacia adelante con la vista puesta en el futuro.
Que este día sirva para recordar lo que todos tenemos en común. Lo que nos une a personas de diferentes continentes, culturas, etnias, creencias, ideologías y colores diferentes. En la variedad está el gusto y la auténtica riqueza de los pueblos.
Eso es lo que realmente nos hace grandes como nación global.

lunes, 10 de octubre de 2016

Lunas, inopias y babiecas




Es una situación muy común en los adolescentes y jóvenes. Hay que estar detrás de ellos de continuo para que realicen sus tareas e incluso sus actividades más elementales.
Es como si les faltara en ocasiones un chip en su programación, esa conexión necesaria para convertirse en adultos responsables.
A ellos las prisas por llegar a las citas puntuales, los estudios, las tareas domésticas e incluso, yéndonos al extremo, su higiene o aspecto personal, parece importarles un bledo. O se les da todo hecho o no hay nada que hacer.

Por eso y no por otra cosa, muchas veces llegan tarde, se quedan rezagados, se despistan frecuentemente a pesar de que se les avisa sobre las consecuencias que conllevan esas actitudes pasotas: Perder oportunidades, no aprovechar la ocasión que se les brinda con los estudios o el trabajo, perder el tiempo que pasa inexorable.

Esta actitud que a ellos les parece normal y a nosotros una enfermedad de la edad, los hace parecer zombies catalépticos,
Los profesores, los grandes sufridores, deben de padecerlo a diario. Pues en las aulas los hay a patadas. Esos elementos que mientras se está explicando la lección viajan por mundos imaginarios en una abstracción abducida de la que es difícil sacarles.
Nuestros sabios populares denominan este estado catatónico como:

“Estar o quedarse, en la luna de Valencia”

Bonita y enigmática frase cuyo significado vamos a descubrir:
La luna de Valencia no tiene nada de particular, nada que la diferencie de las de otras ciudades, entre otras cosas porque se trata e la misma luna que sale para todos en el mismo cielo.

Pero la historia si empieza en una Valencia medieval y amurallada, con 12 puertas que se cerraban por la noche en cuanto sonaba el toque de queda que obligaba a los ciudadanos a quedarse bajo el resguardo y protección del baluarte de la ciudadela.

Las gentes que laboraban en el campo de sol a sol, si querían pernoctar en sus hogares, debían tener en cuenta las horas en que esas puertas se cerraban si no querían pasar la noche fuera de los lienzos de la muralla, al raso y bajo la luz de la luna, en este caso de la luna de Valencia.

Hay otras versiones como la de Vicente Vidal Corella en la que nos remite a los tiempos en los que se expulsó a los moriscos. Estos desterrados tenían que esperar algunas noches en las playas, los barcos que les trasladarían a Marruecos, Argelia o Túnez... bajo la luz de la luna; siempre que la hubiera. 

Otra acepción de la frase es: “Quedarse a la luna de Valencia” cuya definición dada por la R.A.E es: “Frustradas las esperanzas de lo que se deseaba o pretendía”.

José María Iribarren en su libro de: “El porqué de los dichos” nos explica que la frase puede ser una prolongación de: “Dejar a la luna” que vendría a significar: Quedarse en blanco.

Estar en la Inopia”  

Es otra bonita frase muy trillada y oída de continuo en colegios, institutos e incluso universidades. Viene a significar lo mismo que la anterior pero con procedencia diferente.
Inopia proviene de la raíz latina “In- Ops” “sin riqueza” referida a los pobres miserables que no tienen dinero ni bienes. 

Los indigentes eran apartados de la comunidad a la que pertenecían con lo cual, no podían participar por lo general de los eventos populares, políticos o sociales. De esta forma no accedían a la información general a la que si te tenía acceso el resto de los ciudadanos con más medios de subsistencia. Se decía que vivían en la Inopia. "Al margen"

La expresión que ha llegado a nosotros viene a significar: El que no se entera de lo que ocurre en su entorno, mientras esa información sí es conocida por el resto. 
Desinformado, despistado, ignorante.

Por último, y para no cansar os dejo una más:

“Estar en Babia”

Lo mismo que las anteriores se refiere a: Estar distraído, ajeno a la realidad presente, embobado y con el pensamiento distante.

Babia es una comarca leonesa limítrofe con Asturias donde los reyes de león solían evadirse de las intrigas de la corte y de sus múltiples y estresantes responsabilidades como monarcas. Era su refugio, su lugar preferido de recreo donde dedicarse al noble y elaborado arte de la caza. Corzos, jabalíes y venados e incluso osos, eran las piezas abatidas a lo largo de las interminables jornadas, pasadas por los soberanos en dicha región.

Cuando los súbditos preguntaban por la ubicación de su rey, era dado responderlos: en Babia. Dando a entender con ello, que el rey pasaba de todo lo que aconteciera en el reino y que se la traía al pairo las necesidades perentorias de sus pobladores. Algo así como: “El rey no quiere saber nada de vuestros asuntos”

Pero también, y según los entendidos, el Arcipreste de Hita ya utilizó en su libro del buen amor las palabras “Bovaquía”, “Bavequia” “Babieco-a” y “Babia”

Todas ellas aluden a las babas que se les caen a los tontos y por ello, conclusivamente. Babia sería el país de los tontos y los alelados. La prueba se halla en que si añadís la "I" a "Baba" obtendréis "Babia".

Por cierto, como tontos hay muchos y muy despistados, se suelen utilizar variadas expresiones además de las referidas.
Os dejo algunas como ejemplo:

“Estar en las Batuecas” “Pensar en las musarañas” “Estar fuera de onda” “Estar en las nubes” " Estar alelado" “Cazar musarañas” “Cazar gamusinos” “Atrapar Pokemon Go” Estas tres últimas parecen sustituir a los jabalíes y los osos que se cazaban entonces.

Y es que abstraerse de las obligaciones y deberes es algo tan extendido por la península gracias a nuestra querida fauna política que nos desgobierna; que el punto geográfico de Babia (Donde están los bobos) cambia de lugar cada cierto tiempo y según por donde soplen los vientos del escándalo y la corrupción.

Lo que no consigo adivinar es: ¿Qué tiene que ver el caballo del Cid Campeador con todo esto?




Derechos de autor: Francisco Moroz

martes, 4 de octubre de 2016

Insultos y reniegos- 4- Puños para mangas





Cuenta una historia tan antigua tan antigua, que ni “La Maricastaña” esa había nacido todavía; que Dios terminó su creación y reunió a todos los animales incluido al hombre. Les preguntó si estaban conformes con su propio aspecto o si querían añadir o quitar algo que pensaran que faltaba o sobraba en su anatomía.

Todos sin excepción le dieron al creador su beneplácito, salvo, naturalmente el hombre, que se veía como un ser indefenso con respecto a los demás.
Por lo cual se dirigió a Dios de la siguiente manera:

-Señor veo que tú diste a todos los animales armas con las que defenderse de los peligros, herramientas con las que poder sobrevivir: Cuernos, garras y colmillos. Fuertes musculaturas y dientes afilados. Cascos, pezuñas y largas patas. A mí sin embargo no me has concedido ninguna de ellas. –A lo que Dios contestó:

-Criatura, veo que no aprecias lo que yo puse en ti como arma poderosa que sirve tanto para atacar como para defenderse del oponente.

-¿A qué te refieres Señor?

-A tu lengua, que mal usada puede ser mortal de necesidad. Más venenosa que el aguijón de un escorpión. Que puede herir como garra de tigre y embestir como cientos de cuernos de búfalo. Es afilada como los dientes del tiburón y el cocodrilo, más larga que Abril y Mayo o un día sin pan.
(Esto es de cosecha propia pues el pan y los meses del año fueron invenciones posteriores a la leyenda)

Con lo cual hijo mío, te pido sensatez en su uso, pues se trata de un arma de doble filo y puedes herirte y herir a otros sin querer.
El hombre no se quedó conforme y le dijo a Dios:

-Si es así, dame un instrumento para evitar este inconveniente, con el cual poder controlar y dirigir este instrumento mortífero. Dios a punto de perder la paciencia le contestó:

-Hombre. Te di el cerebro para eso, y la capacidad de discernimiento para lo otro. Al pequeño e insignificante ser le pareció poco e insistió.

-¿Y me podrías incluir en el pack, una compañera ideal que satisfaga mis deseos, sea bella, tierna, inteligente, sensual, que me dedique sus atenciones, me mantenga y me admire?

A lo que Dios frunciendo el ceño, con acritud poniendo fin al discurso y al incordio llamado hombre respondió:

-“Vete a hacer puñetas” 

Que venía a significar algo así como: "Quedas expulsado del paraíso"


Naturalmente esta expresión no la dijo Dios como podéis imaginar, la pronunció el hombre con esa lengua afilada que le entró en el lote, y que tanto progreso y bienestar nos ha otorgado a todos a lo largo de los siglos. ¿¿¿¿????

Se trata de una frase que decimos para alejar a las moscas cojoneras, esas que molestan tanto y se vuelven tan cansinas y pegajosas que ni haciendo molinetes con los brazos podemos espantar. Este tipo de moscas son de género " Sapiens " en teoría. 

Generalmente se trata de congéneres obtusos que entran a engrosar las filas de esos estúpidos a los que me refería en una entrada anterior.

Los burros y las vacas tienen el rabo para hacerlo, nosotros la lengua que puede ser tan larga o más que el referido rabo.

Pero ¿Qué es una puñeta?

Os respondo: Una puñeta es una especie de puntilla afiligranada, que se colocan en las bocamangas de las togas de los miembros de la judicatura; estas mangas son largas por lo general y hacen que en una postura natural caigan sobre los puños del individuo.

Su confección requería una inversión cuantiosa de horas y dedicación. Con lo cual la razón de mandar a alguien a confeccionar puñetas, significaba quitárselo de encima por un largo periodo de tiempo. Si a esto le añadimos que se confeccionaban normalmente en conventos apartados del mundanal ruido, o cárceles donde sus moradores eran de los de larga estancia…

Su significado quedaría pues como algo así: “Vete lejos y por mucho tiempo, y déjame tranquilo. Pero ciertamente con una mayor contundencia fonética.

Mi abuela también decía (En un aparte) y con mucha elegancia, a las visitas pesadas cuando estas se iban después de dar la tabarra:

¡Hala! “Marchad con tanta paz como descanso dejáis” 
y cuando se cerraba la puerta remarcaba a viva voz: "Es más el descanso que el sentimiento"

Mi abuela era muy familiar y toda una señora. Pero es que ciertas visitas eran como para no recibirlas.

y lo de " Tener pelos en la lengua" no iba con ella.


Derechos de autor: Francisco Moroz

jueves, 29 de septiembre de 2016

El juego de las sillas






Los hay que están a favor y los hay que están en contra, pero el problema es el que es, y opiniones variadas hay muchas y enfrentadas.

Me refiero a esa moda que parece que se está haciendo virulenta en este país de pandereta y Jauja. Que consiste en ampararse en la constitución y su artículo nº47 en el que quiero recordar que se proclama el derecho de todo ciudadano a tener una vivienda digna, para asaltar pisos y locales cerrados o deshabitados por sus legítimos inquilinos. Incluso los ausentados por vacaciones.

El movimiento se denomina “okupa” y los individuos, familias, o agrupaciones supuestamente culturales; toman posesión de las casas y sientan sus reales después de reventar puertas o cambiar cerraduras.

Todos estos colectivos o individuos ponen cara de estupor cuando los propietarios legítimos quieren recuperar lo que les pertenece por ley y derecho, y muchos, de seguro sueltan esa frase tan conocida, y tan usada por los usurpadores infantiles de sillones paternos:

“Quién se fue a Sevilla perdió su silla”

Con esta frase se intenta disuadir al que reclama el puesto usurpado, que lo fue a causa de su ausencia y que por esa peregrina razón, pierde los privilegios adquiridos de posesión. Remarcándolo incluso con un: ¡No haberte ido!

Debo aclarar que según el instituto Cervantes la frase correcta sería:

“Quién se fue de Sevilla perdió su silla”

Como viene siendo habitual en estos casos la frase se originó a causa de unos hechos históricos, y es que si Rubén Blade cantaba aquello de: La vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida.
Yo digo que la historia te las da aún más gordas.

Ocurrió en el siglo XV cuando un Trastámara llamado Enrique IV gobernaba Castilla.
Y el suceso fue el originado por dos obispos que para mayor I.N.R.I eran tío y sobrino, en un pleito que creó polémica sonada.

Los dos se llamaban Alonso y se apellidaban Fonseca y para diferenciarlos a parte de por las arrugas de la edad se les conocía como el viejo y el mozo.

Corría el año del Señor de 1460 cuando fue nombrado arzobispo de la sede de Santiago de Compostela el joven Alonso. Pero dadas las revueltas continuadas que se daban en el reino gallego y la inestabilidad política del entorno, el sobrino pidió ayuda a su tío que era el titular de la sede sevillana, para que le allanara de obstáculos el camino.

Mientras El viejo Fonseca acudía a Galicia, el mozo se quedaba en Sevilla cuidando el sillón de su tío y ejerciendo las funciones de este en su ausencia.

Ni que decir tiene que se acostumbró de tal manera al clima y a la buena vida que le proporcionaba el cargo; que cuando el tío acudió, después de solventar los asuntos del sobrino en Santiago de Compostela, el mozo no quería abandonar la sede episcopal de Sevilla.

Y es que no es comparable el ambiente de la capital Hispalense: sus finos, sus romerías, y su solecito. Al gris y lluvioso clima y la mohína tristeza de las gentes de la Finis Terra que por otro lado no sabes si van o si vienen.

El rey y hasta el mismísimo Papa tuvieron que tomar cartas en el asunto para que el joven Alonso despegara su culo del asiento y se fuera a donde realmente le correspondía: “A tomar por ese mismo C…” a tierras gallegas.

Antes hubo de ahorcarse a algunos partidarios del mozo que en su obstinación por defender la causa, perdieron la vida tontamente sin ganar nada a cambio. Lo malo en defender causas perdidas. 

El pueblo que lo copia todo aunque parece que no se entera de nada, y que está pendiente de las gazmoñadas de los poderosos; hizo jocosa la frase con respecto al suceso, y la trasmitió de generación a generación hasta nuestros días.

Ahora enlazo con lo primero que comenté en el escrito con respecto a los que usurpan viviendas ajenas. Un problema que parece no tener solución, pues ni los organismos oficiales se ponen de acuerdo, ni la policía parece tener libertad de actuación para proceder a los desalojos, pues los jueces no encuentran leyes suficientes para que prevalezca la justicia y el derecho. lo dicen los abuelos: 
¡Tanto estudiar, tanto estudiar, para ponerse una toga y no poder actuar!

Yo, he hallado la solución al respecto, de la mano del mismo refranero popular tan cuajado de sabías propuestas. Y es que esta manida frase originó otras como:

“Quién se fue de Sevilla perdió su silla y quién se fue a Morón perdió su sillón” o “Quién se fue a Sevilla perdió su silla y quién se fue a Jerez la perdió otra vez”

Pero hay una en la que encontramos la solución al problema referido que reza:

“Quién se fue de Sevilla perdió su silla; quien se fue y volvió a garrotazos se la quitó”.


Al Cesar lo que es del Cesar y a Dios lo que es de Dios.



Derechos de autor: Francisco Moroz

LinkWithin

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...