lunes, 17 de abril de 2017

¡Todos a escribir! O al menos el que quiera.






¡Hola a tod@s!

En esta ocasión no traigo un relato al blog, como suelo, sino una invitación para que lo escribáis vosotros (bueno, relato, microrrelato, versos, o lo que se os ocurra). ¿Y dónde está la gracia entonces, si ya escribe cada uno lo que quiere? 

Pues en la propuesta que Julia C. Cambil y yo hemos preparado para vosotros y que esperamos os interese.

Sin mucho meditarlo pero con toda la ilusión del mundo, hemos puesto en marcha una nueva Comunidad Literaria titulada Escribiendo que es gerundio. “¡Otra más!”, pensaréis, y no os falta razón, pero vamos a intentar que ésta sea diferente. Vosotros juzgaréis.

Esta Comunidad la vamos a dedicar exclusivamente a la propuesta de diferentes retos literarios con carácter periódico y formatos variados. Se trata de darles a nuestras musas un pretexto o un empujoncito, si llega el caso, para ponerse en marcha. Nada más y nada menos.

Cada quince días aproximadamente os propondremos un motivo para escribir algo (una frase de comienzo forzoso, unas cuantas palabras de uso obligatorio, una fotografía en la que basar el texto, un tema concreto a tratar, etc) y podréis medir vuestro ingenio con todos los demás participantes del reto. Para añadir alicientes habrá un ganador en cada ocasión que se llevará un diploma acreditativo como recuerdo, además de nuestro agradecimiento por haber participado. 

Como es natural todos los integrantes de la Comunidad podrán comentar, siempre desde el respeto y constructivamente, los textos de los compañeros. Compartir y someter nuestros escritos al juicio de otros, que, como nosotros, ponen en esto de aprender a escribir su empeño, siempre es una experiencia enriquecedora.

Los textos, para facilitar la tarea del jurado, se escribirán tal cual en el apartado correspondiente de la Comunidad, pero seréis libres de publicarlos también en vuestros blogs si lo deseáis y publicitarlos donde mejor os parezca. 
En esta Comunidad no se exhibirán entradas de blog en ningún momento, para eso ya hay muchas otras Comunidades. Aquí venimos solo a escribir.

Como el movimiento se demuestra andando, os invito a pasaros por
Ingresad en la comunidad  y poneos manos a la obra con el primer reto propuesto.



¡¡Bienvenidos y que las musas os acompañen!!




Estad atentos al primer reto que empezará en breve.

sábado, 15 de abril de 2017

Allegro ma non troppo





Me figuro que como todas las cosas, también la existencia tiene un periodo de caducidad y es por ello que ahora nos encontramos aquí, haciendo balance de lo bueno de todo lo que hemos compartido. 
Lo que nos queda ahora que nos enfrentamos al final.

Nos conocimos en la calle, yo era una perdida, de esas que no quiere nadie y de las casi todos se alejan. 
Me dijiste las primeras palabras amables que escuché salidas de la boca de un hombre.

Más tarde no podíamos vivir el uno sin el otro. Los días de sol significaban largos paseos por nuestros lugares favoritos, disfrutando de esa sensación de bienestar y seguridad junto a ti. Las tardes de lluvia nos quedábamos en casa oyendo música.

Se me erizaba la piel de todo mi cuerpo cuando decías mi nombre con ese tono alegre que ponías al llamarme. Era querida y lo sentía en lo más hondo, me hacías vibrar solo con tus caricias. 
Hubiera entregado mi vida por ti si hubiera sido menester.

Sin embargo siempre tuve una espina clavada en mi corazón, y es que nunca dejaste que te besara. Intenté no darle mucha importancia, eran manías tuyas, como la del excesivo orden que nunca conseguí comprender del todo. 
Además la tristeza era compensada casi de inmediato cuando me preparabas mi comida favorita. Eras un cocinero excelente entre otras cosas.

Ahora noto tu abatimiento. Una mezcla de angustia y de tristeza cuando pones tu mano suavemente sobre mi cuerpo vencido. Casi no puedo moverme, hace unos meses dejó de funcionar. Me duelen los huesos, no me sostengo en pie y me adormezco a cada instante.
Te miro como siempre, con adoración, como solo se merece el mejor compañero que me pudo tocar en suerte. 
Me voy despidiendo de ti, poco a poco, sin aspavientos. Convencida de que si nos volviésemos a ver nos reconoceríamos de inmediato y volveríamos a jugar, a pasear y a correr. 

Y en mis sueños más locos me dejarías lamerte la cara y llenarte el pantalón de pelos.

Cierro los ojos, no sin antes haber visto unas lágrimas en los tuyos.




Derechos de autor: Francisco Moroz


Relato presentado al reto de las tres palabras en la comunidad de:
-Relatos compulsivos-



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